La fórmula de la competitividad en las Pymes
Estando en los años que estamos, la competitividad sigue siendo el gran caballo de batalla de muchas empresas. Por diferentes motivos, las empresas y sus responsables no son capaces de ser competitivos dentro de un mercado tan exigente y cambiante y se ven abogados a sufrir las penurias del día a día, de la competencia por precio o llegado el caso, del cierre.
La definición de competitividad
puede ser muy relativa, aunque todos lo podríamos entender y resumirla como “la
capacidad para competir” y cuando se habla de competir, significa rivalidad,
supervivencia, éxito, logros, pérdidas, abandonos o cierres. Cuando hay que
competir, se puede ganar, se puede perder, o se puede sobrevivir.
Y competir contra quién? Contra
mi competencia, contra mis empleados, contra mi estructura, contra mi propia
estrategia, contra los intereses de otras compañías?...el gran reto de la
empresas. Saber contra quien competir, saber que recursos existen para ello y
como utilizarlos. No es más fuerte quien más tiene, sino quien mejor utiliza
sus habilidades.
La fórmula de la
competitividad:
(r+F ) x ( Ce + CM )
Donde:
·
r: Utilización
eficaz de los recursos
·
F: Gestión
adecuada de las fortalezas
·
Ce: Comercialización
eficaz.
·
CM:
Control del Mercado
Estas cuatro variables son las claves para gestionar
eficazmente la competitividad de cualquier empresa o negocio.
r: Utilización eficaz
de los recursos
Entendemos como recursos de una
empresa todos aquellos factores que hacen que la empresa funcione día a día. Hablamos
desde el personal, hasta los equipamientos, pasando por los suministros, los
canales de venta, compra y gestión y las instalaciones.
Una utilización eficaz de los
recursos es aquella que tras la realización de un análisis claro, sensato,
independiente e imparcial, realiza los cambios necesarios, sean lo drásticos que
sean y en el menor tiempo posible intentando optimizar al máximo la
productividad y la efectividad de los mismos. Hoy en día, se siguen viendo
muchas empresas con procesos y protocolos de décadas pasadas donde la
competitividad y el mercado eran totalmente diferente. Alguien se acuerda del fax? Cuantos mandamos
hoy? Si la evolución del mercado lleva un ritmo, la utilización de nuestros
recursos tiene que ser lo más paralela al desarrollo del mercado.
Y cuando hablamos de utilización de recursos, no se pretende
trasladar la sensación de que lo existente no sirve, sino que igual hay que utilizarlos de otra manera. Lo fácil
a simple vista es renovar equipos, personas o proveedores, pero es más
interesante reconvertir el modelo de utilización actual aprovechando las
ventajas de la experiencia.
F: Gestión adecuada de
las fortalezas
La mayoría de las empresas o
negocios tiene una pequeña perla dentro, pero nos cuesta verla en el desarrollo
diario. Un producto especial, una forma de realizar un proceso, una forma de
actuar frente al cliente, un procedimiento singular, un conjunto de acciones
relevantes y singulares… es rara la
empresa que no realiza de manera especial algún proceso ya sea interno o
externo.
Esta variable busca poner en
valor esos detalles, procesos, procedimientos o personas y utilizarlos como
palanca de competitividad. Localizar
estas singularidades requiere una reflexión y un análisis de todos los procesos
o actuaciones que se llevan a cabo dentro de la empresa y que posicionados uno
tras otro sería muy extraño no encontrar algo especial, único y diferenciador
que podría ser interesante y atractivo para mejorar la competitividad
diferenciando a la empresa del resto del mercado.
Es fundamental poner en valor las
peculiaridades de la actividad y poner en el mercado elementos singulares y
diferenciadores. Una manera de escapar
de la guerra del precio/producto es jugar con la diferenciación y la
singularidad.
Ce: Comercialización
eficaz.
Esta variable incluye muchos
conceptos relacionados entre si como el marketing, la comunicación, la imagen,
la marca, las redes de ventas, el posicionamiento, etc. Etc…. Y se entiende
como “comercialización eficaz” aquella que no solo consigue ventas o pedidos
sino la que permite posicionar a la empresa como referente de su sector, zona o
región. Se trata de cambiar el rol de la empresa. Compites contra los demás o los demás compiten contra ti. Una
estrategia efectiva en comercialización es aquella que apoyándose en los
elementos singulares de la empresa, en una imagen atractiva y coherente y con
unos precios y márgenes optimizados sitúa a la empresa como referente del
mercado. Cuando en una encuesta, la empresa este en el primer lugar,
significará que la estrategia está funcionando, mientras tanto, hay que
reflexionar, adecuar y actuar para estar el primero de la lista.
El concepto de comercialización eficaz,
requiere un serio planteamiento de los contenidos, las fortalezas de la
empresa, el posicionamiento de las mismas, su imagen al exterior y el impacto
de su marca y prestigio.
CM: Control del
Mercado
En una situación de globalización
como la actual, o en un escenario de competitividad agresiva, conocer quien es
mi competencia, qué hace?, cómo lo hace?, porqué lo hace? nos puede permitir
anticiparnos a los acontecimientos y adquirir una posición relevante.
El mercado y las tendencias del
mismo, son marcados por las compañías referentes. Podemos ser parte de la
tendencia o crearla.
A través de una estrategia basada
en la Inteligencia competitiva –IC, debemos dedicar tiempo a conocer y estudiar
a nuestros adversarios y su entorno. En resumen, lo que hemos hecho siempre,
pero de una manera sistemática y constate. Todos vamos a ferias, sabemos quiénes
son las empresas que marcan el mercado, conocemos a sus directivos, sus
productos y sus precios, la IC permite condensar toda esta información y
establecer una posible evolución del mercado.
Si conocemos donde va el mercado,
podemos actuar en consecuencia, bien adaptando nuestra empresa para ello o bien
intentando adaptar el mercado a nuestra empresa.
La utilización de la formula garantiza el liderazgo del mercado? No,
nada puede ser garantizado hoy en día, pero si puede proporcionar una actitud
competitiva y un entorno preparado para competir. Una empresa preparada para
competir, siempre tendrá una posición ventajosa sobre aquella que no la tiene.
La utilización de estas variables
y de una estrategia de competitividad adaptada a las necesidades de cada
empresa, permite generar un ambiente y actitud positiva frente a la situación
cambiante del mercado.
La competitividad es un concepto
abstracto, vivo, cambiante, adictivo y necesario para crecer y mantenerse en el
mercado actual.
Aquellas empresas que no estén vigilando
su competitividad y no empiecen a aplicar los factores anteriormente citados están
condenadas a quedarse atrás con todo lo que suponga en caída de la rentabilidad
y pérdida de cuota de mercado.
Ser competitivo es una necesidad y el reto actual es pasar a la acción y rentabilizar al máximo los recursos y los
esfuerzos diarios para conseguir ser líderes y referentes.
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